jueves, 17 de mayo de 2012

¿Porqué las mariposas en el estómago?

El sentimiento del amor no lo produce el corazón...


No es él quien decide cuál es nuestra media naranja.  NO, ni muchísimo menos. Aunque resulte sorprendente, el asunto está en manos de nuestra memoria infantil, todo apunta a la idea de que, mucho antes de que una persona se fije en otra, ya tiene construido un mapa mental de cómo debe ser ella. Un retrato grabado en su cerebro, que determinará de quién se va a enamorar.
Un proceso neurológico que tiene sus orígenes psicológicos y físicos construidos desde la niñez.


Así pues, antes de que nuestro amor llegue a nosotros, nosotros ya hemos elaborado sus rasgos esenciales. Por eso, nada más verla, la reconocemos como la persona ideal a quien amar. Y nos enamoramos.

Esta hipótesis amatoria conocida científicamente como teoría de la correspondencia puede resumirse en una frase:
 
"cada cual busca la pareja que cree merecer"


Y cuando esa especie de fascinación -que hace que dos seres se queden "enganchados" y con gran necesidad de conocerse e interactuar- empieza, ya no existe nada en este mundo que la pueda parar. <3




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